¡Mi papá!, POEMAS

 ¡Mi papá!

Cuando mi mundo era el vientre de mamá,
aunque yo no viera tú mirabas desde allá.
Ponías tu mano para descansar,
y arrullabas mi sueño para no llorar.

En tu almohada dormía cubierta de paz
y siempre despierto te encontrabas papá.
Desde la infancia me empezó a consolar
tu tierna mirada y tu forma de amar
que acariciaba mi alma cuando solía llorar.

Cuando hambre tenía no supiste negar
tu amor ni comida, Oh! Mi tierno papá.
Me llevabas en brazos y aprendí a caminar,
con amor de tu mano sostenías mi andar.

Sobre tus rodillas me sentaba a escuchar
los consejos que un día yo tuviera que usar.
Corregías mis pasos aunque dolían, ¡Papá!
Sabía que era por el buen bienestar
de esta carrera que lograré terminar.

Hoy te agradezco mi dulce papá
por tu amor y cuidados que derramaste al dar
lo que nadie me ha dado ¡Mi Señor celestial!
Patricia J. Olivera Costilla.
 






“Aunque la higuera no florezca, Ni en las vidas haya fruto, aunque falte el producto del olivo, los labradores no den mantenimiento, ni haya vacas en los corrales; aun así, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación”